Acceder al cuerpo de inspectores de educación es una de las metas más exigentes y especializadas dentro de la carrera docente. Las oposiciones para este cuerpo se caracterizan por su profundidad, por la alta cualificación que requieren y por su estructura compleja, diseñada para seleccionar a los mejores perfiles en gestión, legislación y supervisión educativa.
A continuación, te explicamos cómo es la fase de oposición, que constituye el núcleo del proceso selectivo.
Fase de oposición: conocimientos, análisis y técnica inspectora
La fase de oposición consiste en una única prueba dividida en tres partes, cada una con su propio formato y criterios de evaluación. Su objetivo es valorar tanto el conocimiento pedagógico, administrativo y normativo como las competencias técnicas necesarias para ejercer como inspector o inspectora de educación.
Las tres partes de la prueba
Primera parte: desarrollo escrito de un tema
- El aspirante elige uno de dos temas extraídos al azar del bloque A del temario.
- Dispone de tres horas para redactar el ejercicio.
- Posteriormente, debe leerlo ante el tribunal, que puede hacer preguntas durante un máximo de 15 minutos.
Segunda parte: exposición oral de un tema
- Solo acceden quienes hayan aprobado la primera parte.
- El aspirante elige uno de dos temas extraídos al azar del bloque B del temario.
- Tiene 30 minutos de preparación y hasta 60 minutos de exposición oral.
- Después de la exposición, el tribunal puede realizar preguntas durante 15 minutos.
Tercera parte: análisis de un caso práctico
- Requiere haber aprobado también la segunda parte.
- El tribunal propone un caso práctico relacionado con las funciones reales de la inspección educativa.
- Se debe resolver por escrito en un máximo de tres horas, y posteriormente se lee ante el tribunal.
Criterios de calificación
Cada parte se califica entre 0 y 10 puntos, con la obligación de obtener al menos un 5 en cada una. La nota final de la fase de oposición se calcula ponderando los resultados de esta manera:
- 30 % primera parte (tema escrito)
- 30 % segunda parte (exposición oral)
- 40 % tercera parte (caso práctico)
Si entre las notas otorgadas por los miembros del tribunal existe una diferencia de tres o más puntos, se eliminarán la calificación más alta y la más baja antes de calcular la media (salvo que haya empate, en cuyo caso solo se excluye una).
¿Y después?
Superar esta fase no significa aún haber conseguido plaza: es necesario pasar también a la fase de concurso, en la que se valoran los méritos profesionales de cada aspirante (años de experiencia, formación, publicaciones, etc.).
Las oposiciones a inspección educativa exigen no solo un conocimiento profundo del sistema educativo y la normativa vigente, sino también habilidades comunicativas, capacidad de análisis y criterio técnico. Son un proceso exigente pero muy enriquecedor para quienes aspiran a ejercer una función clave en la mejora de la calidad educativa.
Deja una respuesta